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aprovechamiento sostenible de la biodiversidad. De esta manera se enfrenta las prácticas de
explotación irracional de los recursos naturales amazónicos; muchas de las prácticas agropecuarias
no se realizan respetando la realidad agroecológica de esta región, lo que pone en riesgo la
conservación y el uso sostenible de la biodiversidad amazónica. Estos sistemas agroproductivos han
extendido la frontera agropecuaria mediante la tala de bosques, con la consecuente reducción de
especies nativas y la posterior degradación de los suelos
Desde el 2017, el Bioemprendimiento cobra mayor potencia a partir de la estructuración de la política
de Bioeconomía promovida por el MAE, que por su parte cuenta al 2019, con una base de datos en
la que registra iniciativas relacionadas con la biodiversidad, observándose que el 65% de estas
iniciativas se encuentran en la etapa de “Desarrollo Inicial”; un 25%, las iniciativas agrupadas en la
fase de “Crecimiento” y un10% en la fase “Gestación”. Desde la perspectiva de su tamaño, cerca de
85% de las iniciativas están concentrados en la categoría de micro y pequeñas empresas. La
participación de mediana y gran empresa es pequeña, alcanza el 13% y 3%, respectivamente.
Alrededor del 50% de las iniciativas están localizadas en la Sierra ecuatoriana. En la Costa se ubican
aproximadamente el 30% y resto (20%) están en la Amazonia.
A manera de síntesis se puede señalar que el Ecuador en los últimos veinte años ha impulsado la
creación y desarrollo de Bioemprendimientos, mismos que conforman la base económica y social que
soporta una Bioeconomía también creciente y que requiere de una Propuesta Estratégica para su
consolidación.
Sin embargo, a partir de marzo del 2020 la presencia del COVID-19 ha generado impactos
significativos sobre la economía mundial y nacional. Los principales problemas posteriores que
sufren las empresas y organizaciones afectadas por el COVID-19 son la caída de los niveles de
producción y consecuentemente la reducción de los ingresos de las familias involucradas en los
negocios que termina afectando a la generación de empleo. De acuerdo con la MPCEIP, el COVID-
19 afectó las actividades comerciales, manufactura, alojamiento y servicios de comida, actividades
comerciales y construcción. De esta forma, las unidades productivas redujeron e incluso suspendieron
su producción, de manera que ya no adquieren materias primas, no generan valor agregado, reducen
la demanda por mano de obra, no producen bienes finales (MPCEIP, 2019).
Como consecuencia a la caída en los niveles de producción, las empresas no pueden cumplir con las
proyecciones de ventas y de ingresos planificadas. Además, se suspenden planes de inversión y de
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